Al menos otras cinco personas más han sido detenidas dentro de la investigación que se ha abierto después de que la Policía Local de Sant Antoni se incautara de 402 botes de Popper, una sustancia medicamentosa que ingerida sin prescripción facultativa puede causar la muerte, en un bar del West End cuyo propietario, el británico, N.S., también se encuentra arrestado. Las pesquisas emprendidas a raíz de ello en una operación ahora conjunta entre los agentes de Sant Antoni y de la Guardia Civil han permitido intervenir más de 1.900 botes más en los registros que se han llevado a cabo tras esta primera actuación.

Los agentes también han logrado descubrir un segundo bar, aparte del «Viva Ibiza», que ofrecía al público Popper y requisar en él varios botes que estaban a disposición de los clientes. Fruto de todas estas gestiones y de las relaciones que pudiera tener N.S., residente en la isla por temporadas, se detuvo a los restantes cinco sospechosos, dos de ellos al menos relacionados con el segundo establecimiento que presuntamente comerciaba este medicamento sin tener autorización para ello.

Los investigadores, asimismo, han decomisado más de 30.000 euros que posiblemente fueron obtenidos con la venta de Popper, una sustancia que incide directamente como depresor del sistema nervioso central.

Acusados

La Guardia Civil continuaba ayer las diligencias por este caso y se espera que los seis detenidos pasen en las horas siguientes a disposición judicial acusados de un delito contra la salud pública. N.S. también tendrá que explicar al juez la procedencia de los casi cuarenta pasaportes hallados en su local y aclarar si éstos pudieron ser «requisados» por el sospechosos con algún fin delictivo. Independientemente de todo ello, el propietario del «Viva Ibiza» también se juega sanciones administrativas después de que se hayan encontrado indicios de su presunta participación en la organización de 'Pub Crowls', prohibidas por las ordenanzas, así como de las de que pudieran derivarse tras la denuncia interpuesta por tolerar el consumo de estupefacientes en su local. Los agentes locales aprehendieron 97 éxtasis y papelinas de speed y cocaína de los que se deshicieron los clientes al detectar a la policía.