Rebuscando en los talleres causaron graves destrozos, como el de un jarrón valorado en 1.800 euros. FOTO: IRENE G. RUIZ

En la noche del lunes al martes, un grupo de desconocidos entró a robar en cinco talleres de Jesús. Los afectados calculan que debían ser tres o cuatro, que necesitaron al menos una hora y media para acabar los trabajos y que precisaron de una furgoneta para llevarse todo lo que robaron, la mayor parte objetos de gran tamaño, como herramientas especiales u ordenadores. Tan sólo uno de los cinco responsables de los talleres afectados ha presentado denuncia ante la Guardia Civil. Por el momento no hay detenciones y, al parecer, ni siquiera pistas que seguir, ya que no se han tomado huellas dactilares en los lugares de los robos.

Uno de los afectados, y el único que ha denunciado, es el conocido escultor británico afincado en la isla Christopher Stone, que ha sufrido ya varios robos en su taller. En esta ocasión primero rompieron la ventana para echar un vistazo al interior y después forzaron la puerta. Le robaron varias herramientas especiales para su trabajo, como máquinas de corte y martillos neumáticos. Las herramientas son de gran valor económico y además son de importación porque no se pueden conseguir en la isla. En reparaciones de puertas y ventanas lleva gastados más de mil euros. Stone sospecha que las herramientas que le han robado podrían ser usadas en el futuro para cometer más robos.

Traviesa como ariete

Junto al taller de Stone, en la carretera de Santa Eulària, muy cerca del puente de Jesús, hay una tienda de cerámicas y terracotas en la que desde febrero han robado tres veces y el lunes tampoco fue una excepción. Para entrar rompieron la puerta. Tan sólo robaron dos bolígrafos de oro y monedas, pero causaron destrozos graves para rebuscar en busca de cajas fuertes o dinero, entre estos el de un gran jarrón valorado en 1.800 euros. Al lado se encuentra una oficina de la que tras forzar la puerta se llevaron varios ordenadores, teléfonos, el fax y una máquina de agua a presión. Echaron la puerta abajo con una traviesa de tren que se encontraba en las inmediaciones. Era el único taller con alarma, pero al parecer no sonó.

En Rivisa, empresa ubicada al lado de la anterior también entraron y robaron una radial y junto a esta compañía hay un taller de reparaciones de Baleària en el que, tras escalar la valla, situada de frente a la carretera de Santa Eulària, llegaron hasta la caja fuerte, aunque no consiguieron abrirla.

Uno de los afectados de Jesús se mostró muy harto por los robos, ya que ha sufrido muchos, tres entre febrero y el pasado lunes. En otras ocasiones ha presentado denuncia, pero esta vez ha decidido no hacerlo. «No voy a denunciar porque pierdo toda la mañana y la experiencia me ha demostrado que no sirve para nada», explicó.