El responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, ha vuelto a condenar a un residente colombiano de Sant Antoni por un delito relacionado por malos tratos después de que éste infligiera la orden de comunicar y acercarse a su ex pareja. El sospechoso, preso por esta última causa, fue condenado recientemente a 19 meses de cárcel y la juez le ha impuesto por quebrantamiento de condena otros diez meses por acosar por teléfono a la afectada y llamarla «perra, puta y gonorrea» después de coincidir con ella el pasado 27 de marzo en una discoteca de ambiente sudamericano.
La orden que protegía expresamente a la perjudicada era efectiva desde el pasado 13 de julio. Pese a ello, el acusado «llamó en reiteradas ocasiones al teléfono de la denunciante, llegando ésta a coger al teléfono en una ocasión, momento en el que la interpeló: ¿Hasta cuándo me vas a estar haciendo daño?», según recoge la sentencia como probado. El acusado relató en el juicio que sólo quería saber si había vuelto a ser denunciado. La perjudicada colgó el teléfono en ese mismo momento pero el 29 de marzo tuvo un violento encuentro con su ex pareja cuando éste la abordó en el interior de la discoteca Azúcar, lugar donde según él un policía local que estaba de portero le había dejado entrar con la advertencia de que no se acercara a su ex compañera. Fue entonces cuando la insultó.
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