La juez sustituta del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa María Risueño dejó ayer visto para sentencia un juicio en el que el Ministerio Público solicitó una pena de nueve meses de prisión para un conductor marroquí, M.L., que el 10 de octubre de 2007 causó un accidente con su turismo en la carretera de La Mola de Formentera que afectó a otros dos coches y que, según la acusación, se negó a someterse a la prueba de la alcoholemia. Además solicita otros cinco meses de prisión por un delito contra la seguridad vial y otro de lesiones, causadas sobre los ocupantes de los otros dos turismos.

Contradicciones

En el accidente el acusado invadió el carril contrario. Alegó que un grupo de motos fue lo que le hizo salirse de su carril.

Los dos guardias civiles que atendieron en el accidente declararon ante la juez y ambos coincidieron en que el acusado mostraba signos evidentes de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas, pero incurrieron en contradicción cuando uno de ellos reconoció que no le dieron al marroquí la opción de realizar un análisis de sangre en sustitución de la prueba tradicional y el otro dijo que sí.

Por su parte, el acusado asegura que advirtió a los dos guardias civi les que no podía soplar porque se había herido en la zona abdominal y le resultaba imposible.

Dijo ayer el marroquí en el juicio que los guardias no le creían y que pensaban que no soplaba porque no quería. Al día siguiente ingresó en el hospital de Formentera. Le diagnosticaron una rotura intestinal y días después fue operado por una peritonitis.