La afectada interpuso una denuncia ante la Guardia Civil de Sant Antoni.

Un vecino de Sant Antoni de nacionalidad marroquí ha sido condenado a nueve meses de cárcel por golpear a su mujer en el transcurso de una discusión familiar en la que ésta, tras recibir un primer bofetón, intentó pedir ayuda por la ventana de su casa, ubicada en un noveno piso. El sospechoso, sin embargo, negó las agresiones y afirmó que lo único que hizo fue evitar que su esposa se arrojara al vacía al sufrir una crisis de ansiedad cuando supo que se había quedado sin trabajo y que pensaba que lo mejor era volver al país natal del matrimonio.

«No me ha gustado lo que he visto en este juicio», dijo el acusado en su día al concluir la vista y ver cómo su mujer ratificaba su denuncia ante la responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano. Al respecto, la juez valora en su sentencia el testimonio de dicha mujer como «coherente y sin contradicciones» desde el principio. Además, entiende que su declaración se confirma con el parte médico que emitió el forense y con las declaraciones del hermano de la víctima, persona que fue a ayudar a su hermana cuando ésta le informó de que había sido atacada. Según ella, la pelea fue motivada cuando le contestó a su marido que no se metiera en cosas de mujeres,

«La agredió físicamente y de palabra llamándola hija de puta fruto de una discusión por temas familiares. La empezó a golpear agarrándola por el cuello y luego la sujetó en el suelo, tapándole la boca con la mano para que no pidiera ayuda, con actitud agresiva y atemorizante», establece como probado la sentencia. La afectada sufrió heridas en la cara, muñecas y mano izquierda.

La condena del acusado incluye, además, que éste no podrá acercarse a cien metros a su esposa ni contactar con ella en el plazo de un año y nueve meses. También deberá pagarle 300 euros de indemnización.