La marcas en la puerta de la iglesia de Santo Domingo, en Dalt Vila, muestran los intentos del ladrón por abrirla.

Un delincuente habitual de Eivissa, M.M.G., de 36 años, estaba supuestamente detrás de los últimos robos ocurridos en iglesias de Vila. Así lo ha determinado la policía después de una investigación llevada a cabo por la Brigada de Policía Judicial y que ha culminado con la detención del sospechoso, persona que contaba con 37 arrestos anteriores, dos de ellos durante el mes y también por delitos contra el patrimonio. M.M.G. fue apresado en es Pratet cuando agentes de paisano iban tras su pista.

Hasta ahora habían transcendido los robos ocurridos en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario y el intento de asalto a la iglesia de Santo Domingo. Comisaría informó que hace pocos días había recibido otra denuncia de otra parroquia del Eixample, robo al que siguió la entrada del ladrón a una vivienda contigua.

La policía localizó al sospechoso en la calle Felipe II después de montar un dispositivo de búsqueda por las zonas que frecuentaba M.M.G., natural de Eivissa y persona que también cuenta en su haber con un amplio historial de toxicomanía propio y familiar. Estaba previsto que el acusado pasara en horas en disposición judicial, tal y como ocurrió en otros dos casos anteriores de robo. Al respecto, uno de ellos tampoco culminó después de que fuera sorprendido con una pata de cabra en el interior de una floristería que supuestamente desvalijaba de madrugada. Las pesquisas policiales han determinado que M.M.G. fue la persona que, después de intentar forzar la tapa de un cepillo, sólo logró obtener un botín de dos botellas de vino y una lata de refrescos de la parroquia del Rosario, el primer robo, ocurrido el pasado día 4, que fue descubierto por la Policía Local tras hallar en el exterior un estuche de guitarra abandonado. Horas después vecinos de Dalt Vila informaron de una salto frustrado al Convent.