Las tres menores, todas ellas con edades comprendidas entre los 14 y los 15 años, tuvieron que recibir atención sanitaria y una de ellas precisó ser sometida a radiografías como consecuencia de un fuerte impacto en el pecho que le causaba, incluso, problemas para respirar. El matrimonio acusado de inflingirles los distintos golpes que diagnosticaron los médicos del Ib-Salut y el forense negó ayer en su juicio cualquier agresión.
Ambos, sin poder explicar a qué podían atender estas lesiones, entre los que figuraban arañazos y hematomas, se limitaron a asegurar que únicamente reprendieron a las jóvenes cuando con otros chicos saltaban encima del capó de su vehículo. Además, relataron que lo hicieron tras avisarles de su acción y notar como se burlaban de ellos. Las adolescentes negaron estos extremos y afirmaron que vieron a la mujer dirigirse hacia ellas violentamente cuando una de las chicas sólo estaba apoyada en un coche.
Multas
El suceso, que quedó ayer visto para sentencia en un juicio de faltas celebrado en el juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, ocurrió el pasado sábado a pocos metros de una local de ses Figueretes que explota el matrimonio. La pareja que tuvo que comparecer por estos hechos ante el juez Pablo Mendoza, titular de dicho juzgado, se enfrenta a tres multas de 270 euros y a pagar indemnizaciones que en su conjunto pueden superar los 300 euros como supuestos autores de tres faltas de lesiones y otra de daños ya que en la refriega, según se denunció, se rompió el móvil de una de las chicas. Ello presuntamente tuvo lugar cuando la afectada llamaba a la policía para pedir ayuda.
Según una de las menores, ésta recibió de improviso un bofetón de la mujer después de que dicha persona, sin más, se le viniera materialmente encima, golpeándose también contra una farola. A continuación apareció el marido, y dio una patada a su amiga y a la otra un empellón con la mano en el pecho, según el relato coincidente de las otras dos víctimas. Minutos después apareció la policía y las madres de las niñas, que relataron habérselas encontrado «llorando y muy nerviosas».
La defensa calificó lo ocurrido de una simple reprimenda y lamentó que situaciones de este tipo, por lo que consideró mala conducta de los jóvenes, estuvieran acabando en los juzgados con denuncias. Al respecto, la última modificación del Código Civil recoge lo inadecuado de golpear a menores para rectificar su educación.
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