Llevaban en prisión tres meses y ahora todo indica que por error. Una vez terminado el juicio, la juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, les dejó en libertad. Ni siquiera el Ministerio Fiscal se opuso a ello, aunque solicita una pena de ocho años de prisión para cada uno por dos presuntos robos con violencia de relojes marca Rolex valorados cada uno en 15.000 euros. La juez anunció que la sentencia será anunciada hoy mismo.

Los abogados de los acusados solicitaron la libre absolución de sus defendidos y fueron muy duros con la instrucción de este caso en el que todo apunta a que los presuntos autores quedaron en libertad después de ser interrogados y juzgados.

«La instrucción de esta causa es increíble, es justo lo que nunca se debe de hacer», dijo un de los defensores.

Los dos acusados, M.C. y N.M., estaban alojados en la habitación número 13 del hotel ses Fontanelles de Sant Antoni, donde se encontró oculto en el falso techo uno de los dos relojes Rolex robados. A esto hay que sumar que una de las víctimas de los atracos reconoció en fotografías a uno de los detenidos.

Las pruebas

Sin embargo, ayer, en el juicio, se presentaron pruebas de que los detenidos se encontraban en su ciudad, cerca de Nápoles, cuando se produjeron ambos atracos. El primero fue en la avenida Ignasi Wallis y el segundo en la calle Pere Francés, ambas del municipio de Vila. Entre estas pruebas se encuentran certificados bancarios o el testimonio del jefe de uno de los detenidos, que asegura que estaba en Italia trabajando con él. Uno de los abogados dijo a la juez que estas pruebas ya se habían presentado durante la instrucción, pero que habían sido obviadas por los responsables.