Una falsa alarma de incendio llevó a los bomberos del Consell d'Eivissa, a la Policía Local del municipio y al Cuerpo Nacional de Policía hasta la calle Pere Francés de Vila. Finalmente sólo era humo procedente de un horno en el que se quemaba un pollo. Finalmente, los bomberos no tuvieron necesidad de intervenir.