El juzgado volvió ayer a tramitar diligencias contra un vecino de Sant Antoni de 73 años, V.R.C., que ha sido arrestado en múltiples ocasiones en el último mes por conducir bebido y juzgado recientemente por un delito contra la seguridad del tráfico. El sospecho, además, en todas las ocasiones se ha negado a someterse a la prueba de etilometría, hecho por el que también ha sumado una y otra vez la acusación de desobediencia a agentes de la autoridad.
El juzgado, como medida preventiva, ordenó ayer que su coche quedara requisado en dependencias policiales para evitar que, una vez puesto en libertad, pudiera ponerse al volante.
V.R.C. fue detenido por última vez anteayer después de sufriera un accidente en el tramo de las rotondas de entrada a Sant Antoni. De nuevo, se negó a que se le realizara una alcoholemia o una analítica de sangre.
Según la información recogida por este periódico, el acusado aceptó la semana pasada pagar dos multas por los delitos que se le imputaban y realizar 33 días de trabajo en beneficio de la comunidad. Tras dicho acto, entregó su carné de conducir y se le informó de que estaba privado de este derecho durante un año y un día.
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