La Brigada de Extranjería de la Comisaría de Eivissa ha detenido a una residente marroquí de 56 años a la que se ha acusado de favorecer la inmigración ilegal después de concertar una boda en la isla entre una compatriota de 34 años y un ciudadano español a cambio de 6.000 euros. La policía investiga ahora si hay más mujeres afectadas por este supuesto negocio ya que, según Comisaría, hay indicios para pensar que hay al menos otros dos perjudicadas.

La detención de F.B.B.M., natural de la localidad de Slimani, tuvo lugar en la misma Comisaría después de que ésta se presentara en las dependencias policiales con un abogado para precisamente interesarse por la situación de la mujer de 34 años que supuestamente había traído para dicha boda, persona que había sido arrestada por trabajar ilegalmente en un establecimiento que explota la acusada. Se da la circunstancia de que F.B.B.M. cuenta con antecedentes por resistencia, desobediencia y receptación.

Las pesquisas policiales consideran acreditado que F.B.B.M. ofreció el pasado verano a un hombre de nacionalidad española la posibilidad de traer a una mujer de 34 años, nacida en Kenitra, para contraer matrimonio, operación por la que, una vez contraída la boda, se pagarían 6.000 euros.

El negocio dio su siguiente paso después de que este hombre se aviniera al trato y tramitara una carta de invitación a dicha mujer, identificada como R.R. Los problemas vinieron cuando dicha persona fue a pedir una prórroga para la residencia de dicha mujer y se le comunicó que debía abandonar el país. La situación se complicó aún más cuando R.R. desapareció del domicilio de él cuando supo cuál iba a ser su situación pese a que el anfitrión estaba dispuesto a correr con todos los gastos que originaba el retorno de la mujer. La policía localizó luego a R.R. trabajando para F.B.B.M., momento en el que se abrió un expediente para su expulsión.