El suceso se produjo el pasado sábado por la tarde en Carrer d'Enmig, en el barrio de sa Marina de Vila.

J.M.A. / C.A.

La juez sustituta del Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, Carmen Robles, citó ayer a declarar como imputado al padre de los dos niños de dos y tres años que el pasado sábado murieron por inhalación de humo, una comparecencia que finalmente no se produjo debido a la ausencia de su abogada y que quedó fijada para hoy por la mañana. La juez sí tomó declaración en calidad de testigo a un amigo del padre de los niños. Este hombre, de nacionalidad ecuatoriana al igual que los padres de los niños, fue a quien hubo que llamar por teléfono ante la imposibilidad de encontrar al padre una vez que los pequeños fueron rescatados por los bomberos, ya sin vida.

Fuentes judiciales explicaron ayer que la juez Robles quiere conocer las explicaciones del padre de los pequeños, que ante el Cuerpo Nacional de Policía dijo que les había dejado solos en casa porque tenía que bajar a la calle para renovar el tique de la zona azul, a pesar de que los sábados por la tarde, cuando se produjo el suceso, no es necesario pagar este cargo municipal. Las fuentes judiciales señalaron que la madre no ha sido citada por la juez porque ella estaba trabajando en un establecimiento cercano a la vivienda familiar, ubicada en el número 31 de Carrer d'Enmig, y era el padre quien se había quedado esa tarde en casa a cargo de los niños. Ante el Cuerpo Nacional de Policía el padre dijo que había estado fuera de casa unos 50 minutos. Al parecer, a la policía también le dijo que había dejado enchufada la estufa que finalmente incendió los colchones cuya lenta combustión provocó el humo denso que acabó con la vida de sus dos hijos. En le caso de que la juez advirtiera indicios de negligencia en la actitud del padre, daría traslado del caso a la Fiscalía, que podría acusarlo por dos presuntos delitos de homicidio por imprudencia por los que, una vez que se celebrara el correspondiente juicio, podría verse condenado a prisión.

Vila, «volcada»

Por otra parte, la consellera insular de Benestar Social, Patricia Abascal, manifestó ayer que «el Ayuntamiento de Vila se ha volcado completamente» al a hora de ayudar a esta familia, una vez que se produjo el suceso.

«No eran niños de servicios sociales, eran niños de una familia totalmente integrada», recalcó. «Ha habido un accidente», recordó la consellera, «pero en ningún caso tienen la culpa los servicios sociales porque no era una familia de servicios sociales; al revés, se han volcado desde que hubo el accidente, el Ayuntamiento ofrece toda la ayuda a los padres». «Estos casos no deben ocurrir», añadió, «no porque sea una familia que sufra unas determinadas necesidades, sino que tiene que haber una responsabilidad de todos para que estos casos no sucedan». Abascal dijo que el Consell d'Eivissa también se ha puesto a disposición de la familia.