EFE-BARCELONA Podrán acabar con sus huesos en la cárcel, pero a los tres presuntos estafadores juzgados ayer en Barcelona nadie les quitará el privilegio de haber recorrido durante casi cinco meses la geografía española alojándose en hoteles de lujo y pagando con tarjetas bancarias ajenas. Eivissa fue una de las zonas visitadas por los acusados. La Fiscalía pide penas de entre dos y cinco años de prisión para los tres acusados, Rubén L., Oliver S. y José Carlos G., que, con distintos grados de implicación, estafaron en su aventura cerca de 30.000 euros a una treinta de hoteles, a varios titulares de tarjetas bancarias y a compañías áreas para vivir cinco meses a cuerpo de rey. Sólo uno de los tres procesados, Oliver S., ha acudido a su juicio en el juzgado penal número 10 de Barcelona, y tras reconocer los hechos que se le imputan ha aceptado una condena de 21 meses de cárcel, tres menos de los que la Fiscalía pedía para él. No hay rastro, sin embargo, de los otros dos presuntos estafadores, uno de los cuales, Rubén L., es el que en febrero de 2003 comenzó la trama de falsificaciones y una incesante ruta por hoteles de lujo.