Paul Burns, británico de tan sólo 23 años de edad, estaba alojado en la habitación 412 del hostal Catalina de Sant Antoni. Foto: G.G.LAMA

El británico Paul Burns, de 23 años de edad, falleció la pasada madrugada en el hostal de Sant Antoni en el que estaba alojado víctima de una «insuficiencia respiratoria causada por el alcohol y sustancias estupefacientes», informaron ayer desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears. En esta ocasión no se ha informado de qué tipo de drogas consumió el fallecido. Burns estaba alojado en la habitación número 412 del hostal Catalina, en el número 38 de la calle General Balanzat de Sant Antoni, junto con su compatriota Collin H.

El cuarto británico

En la madrugada del domingo al lunes, sobre las tres horas, Collin H. bajó a la recepción del hostal para pedir ayuda porque Burns estaba sufriendo una insuficiencia respiratoria y cuando regresaron a la habitación ya estaba muerto. Los servicios de emergencia nada pudieron hacer por salvarle la vida, informó ayer el concejal de Gobernació de Sant Antoni, José Ramón Serra, Pilot.

La de Burns es la octava muerte por drogas relacionadas con el ocio nocturno de la temporada turística 2008 en Eivissa, a las que hay que sumar dos más víctimas de la heroína. Diez muertos en total, aunque podrían ser más, ya que el servicio del 061 no informa a la opinión pública de las muertes por drogas.

Ésta es la cuarta muerte de un joven turista británico por drogas este año en la isla. De los ocho fallecidos por drogas relacionadas con el ocio nocturno este año tan sólo uno es español, un canario que se negó a ser atendido por los servicios sanitarios de la discoteca Space, una negativa que incluso firmó, y que murió horas después en la calle.

El pasado día 14 murió, también en su hotel de Sant Antoni, el británico Kieran Formby, de unos 20 años de edad. Según explicaron los amigos de Formby a la Policía Local de Sant Antoni, éste tan sólo había tomado cuatro pastillas de éxtasis, aunque no se ha precisado de qué tipo eran. En la calle se venden numerosas variedades. También es posible, señalaron desde la Policía Local de Sant Antoni, que el joven hubiera tomado un medicamento que podría hacer interactuado con el éxtasis.

Las muertes por drogas del verano comenzaron con el fallecimiento tras una larga noche de juerga de un sudafricano. El cadáver fue encontrado en su barco, amarrado en Ibiza Nuevo. El conteo de muertos continuó con un polaco, un italiano, el español y los cuatro británicos.

«Final dramático»

El concejal de Gobernació de Sant Antoni señaló ayer que la temporada 2008, que en lo referente a muertes por drogas no había sido en las primeras semanas tan mala como en años anteriores, está teniendo «un final dramático». «Éste es el cáncer que tenemos encima [el problema de los turistas que se drogan hasta morir] y lo estamos pagando bastante caro: deseo que sea el último», dijo en referencia a Burns.