El juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa vio ayer la causa contra un joven británico que trabajaba en la «seguridad» de un establecimiento del West End y que fue identificado por un compatriota como la persona que supuestamente le malhirió tras un altercado que se produjo en la puerta del local, persona que cayó al suelo entre un charco de sangre. El acusado, que responde de un delito de lesiones, afirmó que él no fue la persona que le golpeó y que fue detenido después de que hubiera salido para apaciguar los ánimos con otro grupo de turistas que irrumpió en la zona violentamente. «Es habitual ver personas conmocionadas y caídas en el West End», dijo en su defensa un compañero de trabajo del acusado y que aseguró que éste había salido en su defensa minutos antes cuando se vio abordado por un grupo de turistas a los que «sentó mal» que les hubiera invitado a que entraran a tomar una copa. La víctima no compareció en el juicio.