El juzgado está investigando si una turista de nacionalidad británica pudo ser víctima de abusos sexuales el pasado lunes después de que un joven italiano que había conocido presuntamente abusara de ella mientras ambos «jugueteaban» en la piscina de un hotel de Sant Antoni tras haber consumido gran cantidad de alcohol. La afectada, que dijo estar muy mareada y que tuvo que ser evacuada al hospital, aseguró que aprovechando su indefensión notó como su amigo le introducía uno o dos dedos en la vagina. La Guardia Civil detuvo al sospechoso y lo entregó al juez. El acusado se encuentra en libertad provisional tras negar los abusos. La víctima relató que un grupo de chicas de su país entabló amistad con otro de turistas italianos. Todos estuvieron bebiendo toda la noche. Ésta afirmó que sólo ella se había bebido cinco copas de vodka. En el juzgado ratificó su denuncia. Varios testigos señalaron que la joven estuvo durante toda la mañana con el sospechoso hasta que, sobre las tres de la tarde, fue vista muy consternada y fue preciso proceder a su evacuación al ser visible su mal estado. El Código Penal fija condenas de hasta cuatro años de cárcel por estos delitos.