Entre todo lo robado por los argentinos hay varios ordenadores portátiles y otros objetos electrónicos. Foto: G.R

GUILERMO ROMANÍ

La Guardia Civil de Formentera detuvo el pasado lunes a cinco jóvenes argentinos a los que se acusa de más de 40 robos en viviendas aisladas de Formentera a lo largo de las últimas dos o tres semanas. Los detenidos son dos menores nacidos en 1992, L.H.M.Y. y F.M.V., que tras ser identificados quedaron bajo custodia de sus familiares, y D.E.E., nacido en 1990, y los hermanos F.A.B., en 1989 y F.A.B., de 1987, coinciden las iniciales aunque los nombres de pila sean distintos, que presumiblemente serán expulsados del país por cuanto su situación en España era ilegal.

Tras pasar la noche del lunes en los calabozos, ayer por la tarde fueron trasladados a Sant Antoni y se espera que hoy pasen a disposición judicial. Hay una sexta persona imputada por el delito de receptación de objetos robados que habría comprado por 400 euros un ordenador portátil y una cámara digital. Se trata del granadino afincado en Formentera I.S.L.

Los robos se habían venido produciendo y denunciando en las últimas semanas, especialmente en los últimos quince días y siempre en viviendas aisladas de la zona de Punta Prima, Migjorn, Portu-Salè y en las inmediaciones de Can Marroig. Ante las denuncias la Guardia Civil desplegó un operativo con patrullas de paisano y otras uniformadas que fueron peinando las zonas y así se llegó, por testimonios prestados por el vecindario, de que se trataba de personas muy jóvenes y morenas; finalmente las pesquisas condujeron a la Guardia Civil a efectuar el registro de la casa en el que vivía uno de los menores donde se encontraron parte de los objetos robados. A partir de ahí los agentes de la Benemérita fueron localizando a los restantes integrantes de la banda y recuperando la mayoría de los objetos robados, señalando que lo más valioso, como los ordenadores portátiles, las cámaras fotográficas y alguna video cámara fueron halladas en el tejado de la vivienda de uno de los menores.

El botín incautado supondría, a precio de coste, en estiomación del Guardia Civil, unos 40.000 euros, ya que se trataba de artículos caros, en su mayoría de marca.