Una vecina del término municipal de Sant Antoni, residente en la zona conocida como la Casilla, en el kilómetro 10,800 de la carretera que Eivissa con esta localidad, resultó herida ayer tarde después de que se produjera un desprendimiento del forjado de la techumbre de su casa, según informaron fuentes del 112. La afectada, que fue atendida por el personal sanitario de una ambulancia, sufrió contusiones y magulladuras al ser golpeada por los cascotes y hierros que cayeron. El suceso, ocurrido a primera hora de la tarde, no fue más grave gracias a que un hijo de la víctima intuyó instantes antes del derrumbe lo que iba a ocurrir, al observar la caída de polvo y escuchar un crujido, y pedir a toda la familia que saliera de la vivienda. Los bomberos revisaron luego la casa para evitar nuevos desprendimientos.