La Audiencia Provincial juzgó ayer por tráfico de drogas a un residente alemán de la isla al que la policía sorprendió hace casi dos años con medio kilo de heroína. Se da la circunstancia de que el acusado, un hombre de 41 años, fue detenido el pasado sábado después de que también el Cuerpo Nacional de Policía lo interceptara con una cantidad menor a la primera de esta misma doga.

B.J., que ayer se reconoció ante el tribunal en Eivissa como un toxicómano declarado desde hace más de quince años y que lucha por desengancharse, aceptó una condena de cinco años de prisión que, en este caso concreto, lleva pareja una multa de 40.000 euros. Al sospechoso, que en un principio se enfrentaba a una condena de siete años, se le aplicó la atenuante de que cuando adquirió la droga tenía sus facultades volitivas e intelectivas sensiblemente mermadas por su adicción a los estupefacientes. A ello se suma que durante el proceso su abogada demostró que B.J. compró los 538 gramos que decomisó la policía el 30 de agosto de 2006 después de haber obtenido un premio de 18.000 euros en un casino.

«Tengo un problema muy grave a causa de las drogas. Y por esto también fui detenido el otro día», dijo ayer el acusado después de ser trasladado a la sala de vistas escoltado y esposado por la Guardia Civil desde la prisión de Eivissa, lugar donde ingresó horas después de su nueva detención.

La policía arrestó a B.J. en Eivissa sobre las dos de la madrugada del 30 de agosto del año pasado después de interceptar un Mercedes modelo 190E y con matrícula de Madrid, en el que se intervinieron 538 gramos de heroína así como 7.500 euros de procedencia ignorada, según el escrito fiscal. El análisis de la droga reveló que ésta tenían en ese momento una pureza del 44 por ciento, hecho que permitiría a las personas que traficaran con ella realizarle nuevos «cortes».

La Audiencia Provincial también informó ayer al acusado de que se le iba a devolver el coche intervenido. «Bueno, es un coche viejo. No hay problema no tiene valor ni nada», dijo éste después de que el tribunal se aviniera a aceptar una sentencia de conformidad.