El portero Santiago Cañizares tendrá ahora que declarar en el caso de el «Brujo» como imputado.

El ex internacional con la selección española de fútbol y portero del Valencia Santiago Cañizares se ha visto salpicado por las andanzas en Eivissa de Tomás A.R., el mentalista manchego más conocido como el «Brujo», después de que finalmente al menos una chica del grupo de jóvenes que le denunciaron haya incluido el nombre del deportista como una de las personas que fue invitada expresamente a mantener y consumar relaciones sexuales en alguna ocasión con ella. Cañizares, de esta manera, tendrá que declarar en el juzgado en calidad de imputado para poder defenderse con todas las garantías procesales de las sospechas que se han cernido sobre él.

El nombre del futbolista ya había sonado, junto con otros deportistas de los que supuestamente hizo gala de tener amistad Tomás A.R., de 53 años y natural de Albacete, cuando ofrecía sus servicios a distintos clubes de la isla y de la Península, en la investigación del caso. De hecho, Cañizares ya ha prestado declaración como testigo. Ahora, lo tendrá que hacer acompañado de abogado y sobre cuestiones muy concretas que se le van a formular. El portero, sin embargo, no tendrá que trasladarse a Eivissa para este trámite, sino que podrá hacerlo probablemente en un juzgado de instrucción de Valencia que se habilite para poder cumplimentar este trámite.

El juez Pablo Mendoza, titular del juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa y máximo responsable del caso después de que se hayan acumulado al menos una quincena de denuncias de mujeres que dijeron haber sido víctimas de agresiones y abusos sexuales cuando tenían edades comprendidas entre los 11 y los 22 años, había recogido hasta la fecha informaciones que citaban a Cañizares en las «fiestas» de el «Brujo». Según el relato de las afectadas, el mentalista convencía a las chicas que estaban a «tratamiento» para que se citaran o estuvieran con hombres que, según él, les podían ayudar en su «recuperación». En este sentido, dichas personas podían no saber la situación psíquica de las mujeres -algunas adolescentes- y menos aún su condición de menores y verlas como un simple «ligue». En este sentido, el juez Mendoza tratará de aclarar con esta nueva decisión si Santiago Cañizares, en caso de que realmente hubiera tenido algún contacto sexual con alguna de las denunciantes, tuvo alguna responsabilidad de la que se pudieran derivar consecuencias penales.

Tomás A.R. ingresó en prisión el 17 de febrero de 2007. Hasta febrero de 2008 no quiso declarar ante el juez alegando que su grave estado psicológico le impedía hacerlo. Desde entonces se han ido acumulando denuncias que lo señalan de mujeres no sólo de Eivissa sino también de chicas con actual residencia en Valencia y Madrid. El mentalista, que disfrutaba de una casa en Sant Llorenç donde pasaba «consulta», aseguró al juez Mendoza que estaba siendo «víctima» de un complot vengativo y sin razón por parte de mujeres a las que sólo quiso ayudar. Algunas, sin embargo, han asegurado que el «Brujo» abusó de ellas hasta en una veintena de ocasiones.