Tires A.S., de 31 años, y persona que hasta la fecha ha figurado como único sospechoso de la brutal muerte que sufrió en septiembre pasado en su casa de Cala Tarida el francés Christian Almerich dijo haber pasado en un jardín de Can Misses la noche en la que agonizó el que presumiblemente era su compañero sentimental cuando creía que éste estaba hospitalizado en este centro. Según se recoge en la causa, Tires A.S. aseguró que esperó durante toda la noche en el exterior del hospital mientras intentaba recopilar información sobre su amigo. Todo ello, sin saber que Almerich había sido trasladado a la Policlínica del Rosario, centro donde ya no se pudo hacer nada por su vida vista la gravedad del paciente.

El sospechoso fue apresado por la Guardia Civil después de que éste llegara a Barcelona tras tomar un barco. Según él, desesperado y sin apenas dinero, decidió tomar este barco para intentar llegar a Francia, lugar donde tenía familia.

Tires A.S., que se enfrenta a una acusación de asesinato con más de 15 años de prisión en juego, ha mantenido durante toda la causa que él no fue la persona que golpeó brutalmente en la cabeza al hombre de 42 con el que supuestamente no sólo mantenía una relación sino al que también ayudaba en tareas de mantenimiento de su propiedad.

Varias fuentes informaron tras el crimen que en la caja fuerte de la víctima se escondía una cierta cantidad de cocaína que podría consistir en 200 gramos de esta sustancia. Todos los indicios apuntan a que el acusado presuntamente golpeó con una catana y con otro objeto contundente a Almerich por «celos» cuando se sintió abandona. El juzgado que instruye la causa, sin embargo, también ha recogido una serie de datos que señalaban que la víctima podía haber contraído una deuda con desconocidos después de haber adquirido un kilo de cocaína y que, ante la falta de liquidez, decidió poner a la venta una casa que había contigua a la suya, según la misma hipótesis.