Un camarero de un bar de es Canar fue detenido ayer tarde después de que en una discusión con un cliente hiriera a éste de gravedad tras propinarle un botellazo en el cuello. La víctima, un hombre de 48 años de nacionalidad española, fue evacuada al hospital muy malherida después de que dejara un gran charco de sangre en la puerta donde ocurrió la reyerta. Al cierre de esta edición, los médicos de Urgencias de Can Misses intentaban estabilizar al paciente.

El suceso tuvo lugar a media tarde en el bar «Apache», ubicado en la calle Pou des Pujols y propiedad de unos residentes británicos, cuando, según la información recogida por este periódico, el cliente que resultó herido, J.E.A., de 48 años, estaba presuntamente molestando a otras personas que había en el establecimiento y provocando al camarero con el que terminó enzarzado en un cruce de palabras. Algunos testigos que había en la zona aseguraron que todo empezó por una discusión de fútbol y que el hombre que tuvo que ser evacuado, tildada por éstas de conflictiva, era una persona conocida en la zona por sus problemas con la bebida. La Guardia Civil investigaba ayer noche todos estos extremos.

En un momento dado, el camarero, F.I.T., de 39 años, notó que J.E.A. le tiraba algo y rechazó el ataque con una botella que tenía a su lado, estrellándola contra la cabeza del afectado. El vidrio, sin embargo, se rompió al impactar en el cuello provocando al cliente un profundo corte del que enseguida empezó a manar abundante sangre.

Médicos y técnicos en emergencias sanitarias del 061 se desplazaron en dos ambulancias hasta es Canar nada más comunicarse a la sala de este servicio la gravedad de la herida que presentaba la persona que requería ayuda. Tras lograr taponar la herida, el paciente fue evacuado con extrema urgencia a Can Misses.

Una dotación de la Guardia Civil del puesto de Santa Eulària, a su vez, llegó durante esos mismos minutos al «Apache», lugar donde esperaba F.I.T. Dicha persona no presentó ningún tipo de resistencia y se dejó conducir pacíficamente al cuartel de Santa Eulària. Testigos de ello informaron de que dicha persona parecía muy afectada. En las próximas horas se tomará declaración al detenido al tiempo que se espera la evolución de las heridas de la víctima, pruebas ambas necesarias para conocer en calidad de qué pasara a disposición judicial el empleado del bar «Apache».