El «Brujo», en una imagen de archivo, no quiso declarar en marzo del año pasado, fecha en la que también fue excarcelado.

Tomás A.R., natural de Albacete, de 53 años, y más conocido por el apodo de el «Brujo» fue excarcelado ayer para declarar ante el juez Pablo Mendoza, magistrado que desde el juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa investiga las acusaciones que se aglutinan en una causa en la que una quincena de mujeres aseguran haber sido víctimas de agresiones sexuales y abusos cuando éstas tenían edades comprendidas entre los 11 y 22 años. A las denuncias que ya había se han sumado en los últimos meses otras dos formuladas por chicas residentes de Eivissa. Tomás A.R. aseguró ayer al juez Mendoza que no había yacido ni forzado a ninguna de las jóvenes que le señalaba y se mostró como víctima de un complot, según la información que ha trascendido sobre su última comparecencia en el juzgado.

El «Brujo» quiso declarar ayer ante la autoridad judicial después de limitarse a guardar silencio en marzo del año pasado, fecha en la que el juez autorizó también su salida de la cárcel para que pudiera dar las explicaciones que considerara oportunas y fecha en la que calló arguyendo la gran depresión que sufría. Entonces eran nueve mujeres con residencia en la isla y en Valencia las que habían formalizado su denuncia. Hasta ahora, de todas sus manifestaciones sólo habían trascendido las exculpatorias que realizó ante la Guardia Civil y en las que únicamente se refirió a «muestras de cariño, besos o caricias» los contactos que pudiera haber tenido con alguna de las afectadas. El juez, sin embargo, ha recogido durante estos meses testimonios de mujeres que han asegurado que el «Brujo» abusó de ellas más de 20 veces aprovechando su influencia sobre ellas y tras invocar a un supuesto «pacto de silencio» entre todas las jóvenes para evitar que se desencadenaran sobre ellas un maremagnum de desgracias.

Una de las denunciantes de Valencia, incluso, citó entre las víctimas a una chica de Sant Joan que se suicidó, según figura en la causa.
Nuevos datos que han trascendido han permitido conocer ahora que el juez instructor también tiene ya en su poder distintos informes psicológicos que supuestamente acreditan las secuelas que padecen algunas mujeres por los «tratamientos» que se atribuyen a Tomás A.R.

El supuesto mentalista explicó en el juzgado que nunca había tenido relaciones sexuales con menores y recalcó que siempre había estado con las denunciantes en grupo. Sin embargo, al parecer, sí afirmó haber yacido en alguna ocasión con alguna de sus «pupilas», pero siempre cuando éstas eran mayores de edad, en encuentros consentidos y ocurridos eventualmente. Ante el magistrado, el «Brujo» también se mostró dolido al no poder entender cómo se estaban recogiendo tantos testimonios en su contra cuando él simplemente había querido ayudar a chicas que tenían problemas. En este sentido, dijo sentirse ultrajado socialmente por lo que estaba viviendo, según se desprende de las manifestaciones cuyo contenido ha trascendido.