Dos de los nueve inmigrantes argelinos que llegaron el pasado miércoles en la patera que arribó a ses Salines ingresaron anteayer en el centro de acogida donde deberán esperan para aclarar si finalmente serán expulsados a su país de origen. El Cuerpo Nacional de Policía tenía previsto trasladar a otros tres durante la jornada de ayer, entre ellos el hombre que durante los primeros compases de la investigación figuró como supuesto patrón de la embarcación donde todos ellos navegaban y persona que durante las últimas horas volvió a tener que prestar declaración ante el juez Juan Carlos Torres. La policía estaba a la espera de otros tres inmigrantes que convalecían en Can Misses y que se cree muy probable que reciban el alta médica mañana. El único que se quedará en la isla, por el momento, será el joven que supuestamente es menor de edad y quien ha quedado alojado en un centro de Sant Rafel.

Yanise S., el hombre que ingresó en prisión el jueves como sospechoso de un supuesto delito de inmigración clandestina y sobre quien finalmente no pesa ninguna acusación por estas causas, tuvo que comparecer nuevamente ante el juez Torres para formalizar los trámites y cumplimentar los interrogatorios que rige la Ley de Extranjería. Todo ello, después de que el juez tomara declaración a todos los tripulantes de la patera, incluidos los que estaban hospitalizados, y realizara estas mismas gestiones judiciales. Yasine S., junto con otro inmigrante, eran las únicas personas que, en principio, figuraban como sospechosos de comandar la pequeña zodiac que llegó a ses Salines. El testimonio de todos los argelinos, sin embargo, ha sido decisivo para que en las últimas horas su suerte haya cambiado.

El propio fiscal y el juez acordaron revocar la orden de prisión para Yasine S . después de que todos sus compañeros de aventura aseguran por activa y por pasivo que ambos eran unos miembros más del grupo y que, como todos, hicieron frente a una cantidad próxima a los 800 euros para cubrir una aventura que, según ellos, les iba a permitir entrar en España por Almería. El futuro de todos ellos, pese a todo, es muy incierto. Las autoridades españolas deben «negociar» ahora con Argelia la repatriación de los inmigrantes, todos ellos indocumentados. Para ello, tienen un plazo de 40 días, periodo en el que se incluyen las 72 horas máximas de detención sin cargos. Si Argelia no los acepta, deberán quedar en libertad.