El mercante Rita estuvo ayer todo el día fondeado frente a s'Argamassa a la espera de que amaine el viento. Foto: GERMÁM G. LAMAL

J.M.ALONSO / G.ROMANÍ / EFE

El mercante Rita, que el domingo desató la alarma en Eivissa debido a la escora que le produjo un error en el lastre, permanecía anoche fondeado frente a la costa de s'Argamassa a la espera de que amaine el fuerte viento que estos días azota el archipiélago. Una embarcación de Salvamento Marítimo ayudó el domingo a corregir la escora del Rita, que navega cargado de mosto. Zarpó de Valencia con destino a la ciudad italiana de Rávena y, según Salvamento Marítimo, está previsto que continúe con su ruta hoy, si se cumplen las previsiones meteorológicas. Ayer, el Rita ya estaba perfectamente adrizado y no corría ningún peligro, informó Salvamento Marítimo.

El fuerte viento obligó también a fondear al socaire de la islas a varios barcos, uno de ellos cerca de la costa de es Migjorn, en Formentera. Eivissa y Formentera están siendo azotadas por viento de noreste, gregal, que sopla con inusitada fuerza desde el pasado fin de semana, entre siete y ocho en la escala de Beaufort. El viento ha impedido que los ferrys de Baleària que enlazan Eivissa y Formentera, Nixe y Arlequín Rojo, puedan operar, por lo que a la Pitiusa menor no llegaron plataformas ni camiones de abastecimiento con mercancías perecederas para las tiendas de comestibles, materiales de construcción ni paquetería. Durante la noche del domingo al lunes y a primeras horas de la mañana de ayer parecía que el temporal remitía, pero lo cierto es que el estado de la mar desanconsejaba la navegación. Ayer por la mañana el primer rápido que debía zarpar desde la Savina hacia Eivissa a las siete y media no lo hizo y salió mucho más tarde para compensar el viaje de las ocho y media que el Nixe no iba a poder hacer. A lo largo de la mañana las conexiones con los rápidos se mantuvieron en su horario, con ciertos retrasos.

En Formentera la fuerza del mar se podía apreciar claramente en la playa de es Pujols, en la zona de Punta Prima, en especial en el cabo que da nombre a la zona y por el que las olas pasaban por encima, en las inmediaciones del hostal Rocabella, en sa Roqueta y la playa de Llevant, y por descontando en es Carnatge y es Caló, con el agua subida al muelle sin que causara daños de importancia y en los acantilados de la Mola.

Por el contrario, en Migjorn el mar estaba casi calmo y algunos mercantes buscaron refugio a la espera de que mejoraran las condiciones meteorológicas. La naviera de Formentera, Mediterránea Pitiusa, cumplió ayer con todos sus trayectos entre las Pitiüses, mientras que el pool Trasmapi-Baleària por la tarde sólo hizo un viaje.