J.M.ALONSO El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí Carraca, avanzó ayer que el Ayuntamiento va a realizar una valoración de los daños causados por las lluvias para, en el caso de que se considere necesario, solicitar ayuda a «los estamentos insulares y autonómicos» para paliar los destrozos. Carraca dijo que «lo más preocupante son las zonas turísticas», aunque también señaló que se visitarán zonas de campo del interior del municipio con el fin de valorar los daños. En unas pocas horas de la noche del martes cayeron 107 litros por metro cuadrado en el municipio de Sant Joan.

Las zonas más afectadas, detalló el alcalde, fueron el Port de Sant Miquel, Caló des Moltons y Benirràs, tres playas correlativas. Negocios turísticos de estos tres lugares sufrieron inundaciones y destrozos. Centenares de kilos de caña bajaron por el Torrent del Port de Sant Miquel hasta que atoraron el puente más cercano a la playa.

Carraca advirtió de que si hubiera continuado lloviendo mucho en la mañana del miércoles, el torrente podría haberse desbordado y causar daños mucho más graves de los que ya causó en el Port de Sant Miquel, cuya playa perdió buena parte de la arena. Ante esta urgencia, explicó el alcalde, un camión del Ayuntamiento comenzó a retirar las cañas, un trabajo que terminó un vehículo grúa de Recursos Hídricos, dependiente de la Conselleria de Medi Ambient.

El Ayuntamiento ha tomado fotos de las zonas más afectadas y comenzará a arreglar en la medida de sus posibilidades los caminos y los muros destrozados por el agua en pendiente, dijo el alcalde, que dijo que en ningún caso se ha planteado una petición de declaración de zona catastrófica. Ayer por la tarde volvió a llover en Eivissa y de nuevo se volvieron a inundar la zonas acostumbradas, como el puente de Puig den Valls, donde los bomberos rescataron a un hombre que se subió al techo de su coche. A diferencia de otras veces, no hubo que cortar el túnel de la doble vía del aeropuerto. Sí se inundaron las rotondas de Vila y la entrada a Sant Antoni a la altura de ses Païsses. En Santa Eulària la electricidad estuvo fuera de servicio durante una hora y media desde las seis y media de la tarde.