El juez Juan Carlos Torres, responsable del juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, abrió ayer una investigación para determinar si un vecino de 60 años de la zona de Puig den Valls, Sol Monge Conejero, pudo fallecer en el hospital como consecuencia de lesiones infringidas tras una discusión con su actual compañera sentimental y si éste fue empujado por una ventana o unas escaleras. Éstas son al menos las sospechas que transmitió la familia de la víctima y motivo por el que la Guardia Civil detuvo ayer tarde a la mujer de dicha persona.

El deceso tuvo lugar en la Policlínica del Rosario, centro al que Sol Monge fue evacuado el pasado domingo en ambulancia después de que supuestamente hubiera sufrido un accidente al caer por unas escaleras tras haber ingerido alcohol. Según la información recogida por este periódico, la investigación judicial se activó después de que, tras comunicarse el óbito a familiares de la víctima, éstos negaran que dicha persona hubiera sufrido borracha un accidente y manifestaran claras sospechas de que su actual compañera sentimental, una mujer extranjera de unos 50 años, hubiera acabado a propósito con su vida. El juez Torres, tras tener conocimiento de estos indicios, se desplazó ayer tarde a la Policlínica para dar inicio a pesquisas que poco después motivaron el arresto de la mujer. Durante los primeros compases de las averiguaciones se especuló, incluso, con la posibilidad de que Sol Monge hubiera sido víctima de un atropello o arrollado intencionadamente con un vehículo. Estos extremos formaban parte del conjunto de hipótesis que se barajaban junto con otras que se consideraban más probables, como que el fallecido hubiera padecido graves lesiones en el transcurso de una discusión doméstica en la que hubiera sufrido golpes en la cabeza o tras una caída por una ventana de un primer piso. Al respecto, tampoco se podía descartar que Sol Monje hubiera perdido la vida por graves lesiones provocadas como consecuencia de un lance fortuito o accidental en el transcurso de la pelea con su compañera, circunstancia que, de confirmarse, podría motivar que la detenida fuera acusada de homicidio imprudente y no de un delito mayor.