La Guardia Civil registró ayer, en presencia del secretario de Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, la vivienda en la que residía en Cala Tarida el francés Christian Almerich, de 42 años, fallecido el pasado domingo a consecuencia de los fuertes golpes recibidos en la cabeza dos días antes. Mientras tanto, el titular de este Juzgado, el juez Pablo Mendoza, que ha decretado el secreto del sumario sobre el caso, tiene pendiente ordenar el traslado a Eivissa desde Barcelona de Tires A.S., el único sospechoso de ser el autor de los golpes. De 30 años, también francés y pareja sentimental de la víctima, fue arrestado por la Guardia Civil en el puerto de Barcelona, adonde llegó procedente de Eivissa en un barco de Baleària al día siguiente de los golpes que resultaron mortales.
La Guardia Civil encontró en la basura del edificio en el que vivía Christian Almerich una espada japonesa y un objeto contundente. En el interior de la casa los agentes encontraron dos cuchillos de grandes dimensiones, así como restos de sangre en diversos objetos y en las paredes de la vivienda. El secreto del sumario ha impedido hacer pública la declaración de la pareja del fallecido a la Guardia Civil en Barcelona. Una vez que llegue a Eivissa el acusado de homicidio, el juez podría acometer la reconstrucción de los hechos en la vivienda de la víctima.
Por el momento han trascendido pocos datos, aunque sí parece claro que el móvil del crimen fueron los celos de Tires A.S., ya que su compañero había anunciado su intención de abandonarlo. No obstante, tampoco se ha descartado la posibilidad de que en el móvil del crimen también estén presentes las drogas, ya que gracias al registro que se hizo ayer en la vivienda -una planta baja- se esperan confirmar las sospechas de que en el interior había una cantidad algo inferior al medio kilogramo de cocaína.
Intento de suicidio
Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado remitido el pasado domingo, fue Tires A.S. quien acompañó a la víctima en la ambulancia del 061 hasta el hospital de Can Misses. Una vez allí, el ahora detenido explicó que la víctima se había lesionado con la intención de suicidarse.
Al comprobar la gravedad de las heridas de la cabeza los médicos remitieron el paciente a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario y allí, una vez examinado el caso, avisaron a la Guardia Civil, ya que se entendió que era completamente imposible que ese tipo de lesiones se las hubiera causado la propia víctima.
Las heridas que sufría Almerich eran demasiado graves. Por una de las fracturas que tenía en la cabeza perdió masa encefálica y desde el primer momento los médicos calificaron su estado de crítico. Teniendo en cuenta el tipo de fractura, se deduce que las heridas fueron causadas en su mayor parte por objeto contundente romo.
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