La complejidad de la operación decidió a la ECO de la Guardia Civil a infiltrarse en «discotecas de moda y macrofiestas» de la isla hasta el punto de que «30 jóvenes agentes» de este cuerpo se hicieron pasar por clientes de los locales. De esta forma, los guardias civiles lograron dar con los presuntos vendedores de droga. La operación, denominada «Brujas», comenzó a mediados de junio y este pasado fin de semana concluyó con 18 detenidos, de los que nueve son marroquíes, siete colombianos, una española y una eslovaca. Ayer comenzaron a prestar declaración en los Juzgados de Eivissa. Además de los detenidos, los agentes, llegados desde Mallorca, localizaron los pisos que presuntamente utilizaba la banda, en uno de los cuales, ubicado en Sant Antoni, se encontró un laboratorio para cortar la cocaína.

La Guardia Civil también se incautó de 90.000 euros, 2.700 dólares, cuatro coches, una motocicleta, 10.700 pastillas de éxtasis, 1.807 gramos de cocaína, 4.518 gramos de hachís, 9.000 gramos de sustancias para corte de cocaína y útiles de laboratorio como balanzas de precisión, prensa y papel de envoltorio.

Durante la operación, la Guardia Civil, determinó que el supuesto jefe de la red, Alejandro López Ocampo, de nacionalidad colombiana y también detenido, distribuía diariamente a sus hombres en las diversas zonas donde comercializar los estupefacientes con el fin de que no coincidieran en el mismo local dos vendedores de la misma sustancia y no hacerse competencia.

Con toda la información recabada, los investigadores, apoyados por Unidades Especiales de Intervención desplazadas desde la Península, accedieron a 11 domicilios de los municipios de Eivissa, Sant Antoni y Sant Josep. Al parecer, uno de los 18 detenidos fue puesto en libertad sin necesidad de prestar declaración en los Juzgados. Se ha decretado secreto de sumario y, con el fin de poder tomar declaración a todos los detenidos, el Juzgado de Guardia tendrá que limitar hoy sus funciones a este trabajo.

Algunos de los arrestados ya tenían antecedentes policiales por presuntos delitos contra la salud pública. Fuentes de la investigación explicaron que se trata de una banda que distribuía droga a pequeños camellos y que también se dedicaba a la venta en locales de moda de Eivissa. El delegado del Gobierno, Ramón Socías, dijo que la operación «todavía no se ha acabado de cerrar del todo».