J.J. Más de una treintena de agentes, una buena parte de ellos pertenecientes al denominado ECO, desplazados expresamente de Mallorca, participaron en la quincena de registros que durante el día de ayer se llevaron a cabo en domicilios y locales de Sant Antoni y la ciudad de Eivissa. Los registros comenzaron a las cinco de la madrugada y se prolongaron durante toda la jornada. La Guardia Civil investigaba desde hace meses el asentamiento de esta red en la isla y no se descartaba que en los próximos días el número de detenidos se doblara.

Esta es la primera vez que se ve en Eivissa una colaboración estrecha entre grupos africanos y colombianos para establecer canales de distribución de estupefacientes con infraestructura organizada. Según los datos recogidos por este periódico, la red había logrado introducirse en la isla y asentarse definitivamente, siendo, a su vez, la principal abastecedora de vendedores a pequeña escala y de sus «clientes». La intervención de éxtasis y cristal también acredita que los 'narcos' contaban con mercado dentro de los circuitos de suministro a los turistas que cada verano demandan drogas en la isla.

Zonas como es Pouet, la calle Juan Sebastian Bach y pisos y locales de la calle Antonio Marino Riquer de Sant Antoni, así como otras calles de barrios periféricos de Vila fueron escenario de los registros llevados a cabo por los agentes.

Durante su intervención, los agentes causaron la sorpresa entre el vecindario no sólo por su número sino porque algunos de ellos iban también provistos con pasamontañas con el objeto de imposibilitar cualquier identificación.

La Guardia Civil tenía previsto continuar hoy la operación, una de las más importantes realizadas este año en Balears, con los primeros interrogatorios y la recogida de nueva información que pueda servir para completar los registros efectuados hasta la fecha y para poder llegar hasta el resto de colaboradores, una vez que se considere descabezada a los miembros de la organización que trabajaban en la isla. Durante estos meses los investigadores siguieron, con distintos y sofisticados medios, varias pistas que han posibilitado la desarticulación de la organización. Las redes colombianas, así como los grupos magrebís, han utilizado generalmente a «correos» como medio más seguro de introducir droga en Eivissa.