C. CUEVAS El subinspector jefe de la Policía Local de Sant Josep, Jaime Ramón Planells, explicó ayer a este periódico que «la policía trabaja dentro del marco de la ley y actúa hasta donde puede legalmente». Con estas declaraciones, Ramón Planells quiso defender a sus agentes de las acusaciones vertidas por un grupo de vecinos de es Cubells quienes resaltaban en una carta «la total pasividad de las fuerzas de seguridad» ante la celebración de una fiesta el pasado sábado en un chalet del mencionado pueblo. Los vecinos realizaron esta afirmación después de que las numerosas llamadas de los mismos tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil no consiguieran suspender el evento. Sin embargo, el subinspector aseguró que el pasado sábado se celebraron tres fiestas multitudinarias en sendos domicilios de la localidad. Dos de ellas, incluida la de es Cubells, fueron denunciadas por los agentes municipales y se han abierto los respectivos expedientes sancionadores con multas que pueden alcanzar los 1.500 euros. La tercera no pudo ser sancionada en el momento por los policías porque cuando acudieron a la fiesta, celebrada en una villa entre Cala Bassa y Cala Comte, les fue imposible averiguar quien era el responsable puesto que aparte del hecho de que no bajaron la música ni siquiera abrieron la puerta a los agentes. Sin embargo, Ramón Planells aseguró que con el catastro averiguaran quien es el propietario para abrir la correspondiente denuncia. El subinspector explicó que «es necesario buscar una fórmula para impedir fiestas de grandes magnitudes en casas que resultan ser negocios y no eventos particulares». «Cuando este tipo de actos se celebran en la vía pública la policía puede hacer mucho más, por eso, desde hace unos años parece que este tipo de fiestas se celebran en domicilios particulares donde nuestra actuación puede estar más limitada», concluyó Planells.