La directora de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima del Ministerio de Fomento, Pilar Tejo Mora-Granados, explicó ayer en la rueda de prensa convocada in extremis que «la situación era de una gravedad relativa», puesto que se trataba de «una emergencia con contaminación significativa pero no una catástrofe». A lo que también agregó que afirmar que la situación «está taxativamente controlada [por ayer] me parece muy fuerte, aunque contamos con todos los medios para resolver el problema».

La directora quiso hacer especial hincapié en que la primera actuación de Salvamento Marítimo fue el rescate a manos de la Salvamar Markab de las 20 personas que iban a bordo de la embarcación puesto que «la primera preocupación de Salvamento Marítimo son siempre las personas». Tejo también quiso señalar que el rescate no fue especialmente sencillo porque «la gente se encontraba dispersa en el agua».

Lo siguiente fue intentar preservar el medio ambiente marino para lo que movilizaron antes de las siete de la mañana todos los organismos disponibles: el buque polivalente Clara Campoamor, «la mejor nave del Estado en lucha contra la contaminación marítima con una capacidad de almacenaje en sus dos tanques de 1.750 metros cúbicos» y el helicóptero Helimer Mediterráneo de rescate aéreo, cuya intervención al final no fue necesaria. Si estos instrumentos estaban operativos desde primera hora de la mañana, a lo largo del resto del día continuaron llegando equipos y medios a Eivissa como los de operaciones subacuáticas de A Coruña, el avión Rosalía de Castro, también desde Galicia, y dos camiones con 13 expertos y diverso material para la limpieza provenientes desde Castellón y Madrid. La primera medida que tomó Salvamento Marítimo, según explicó su directora, fue la activación del Plan Nacional de Contingencias por Contaminación marítima accidental, al que siguió la activación por parte del Govern del Plan Territorial de Emergencias ante la posibilidad de que el vertido de fuel llegara a tierra. Para tal efecto se avisó a las Policías Locales de Vila, Santa Eulària y Sant Josep, al Cuerpo Nacional de Policía, a la Guardia Civil, a Autoridad Portuaria, a la Conselleria de Medio Ambiente y a la Dirección General de Emergencias.

El equipo de submarinistas de Salvamento Marítimo realizó dos inmersiones en las que observaron que el barco estaba apoyado en el fondo marino a unos 45 metros de profundidad por el costado de babor. En el de estribor no se apreciaron grietas aunque existían tres fugas de fuel de los suspiros de los tanques de combustible del buque. Los mismos buzos sellaron dos de la fugas y la tercera se tapará hoy por la mañana. Tejo explicó que el objetivo era que «no se produjera más contaminación desde el buque».

«Lo principal es que no salga nada más de dentro, luego habrá que realizar la extracción de las 150 toneladas de combustible de la nave, operación de la que es responsable el armador del navío, al igual que la reflotación del barco», finalizó Tejo.