Una unidad del SIVE, sistema que se pondrá en marcha en Eivissa, ayer, en Mallorca.

AGENCIAS
La Guardia Civil vigilará a partir de ahora la llegada de pateras con inmigrantes ilegales a bordo y de embarcaciones cargadas con alijos de droga mediante una unidad móvil montada sobre un camión que incorpora un Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), que, combinando un radar con el uso de cámaras convencionales y otras de infrarrojos, puede detectar embarcaciones de un mínimo de diez metros de eslora a una distancia de 30 millas náuticas.

Al respecto, ayer fue presentado el nuevo recurso de vigilancia costera de las Islas, al que se unirá otros en las próximas semanas, mientras que otro fijo se destinará a Eivissa, según explicó en el acto el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socias.

Con la puesta en funcionamiento de la unidad SIVE, que prestará servicio en todo el Sur de Mallorca y será controlada por doce agentes de la Guardia Civil en turnos de dos, se conseguirá detectar las embarcaciones sospechosas, e identificarlas con mayor antelación, para, tras valorar el tipo de pasaje que llevan, proceder a la interceptación a través de los medios aéreos, marítimos y terrestres.