C. CUEVAS
«Habéis elegido una forma de vida distinta, de sacrifico y entrega a la sociedad actual, aunque también plagada de satisfacciones en el día a día». Con estas palabras se dirigió el actual jefe accidental de la Compañía de Eivissa, el teniente Sergio Marín, a los 38 nuevos agentes de la Guardia Civil a los que ayer dieron la bienvenida oficial en el acuartelamiento de Sa Coma tanto el oficial como el director insular, José Manuel Bar.

Como recordó el delegado del gobierno se trata de uno de los contingentes más numerosos de los que han llegado a la isla. «Su presencia se recibe como agua de mayo por lo oportuno para la isla de Eivissa», señaló Bar haciendo referencia al inminente inicio de la temporada estival. Durante los discursos de bienvenida tanto el teniente como el delegado del Gobierno recordaron a los oficiales su juventud e inexperiencia. «No debéis olvidar nunca los principios deontológicos y debéis seguir los sabios consejos de más veteranos, para lo que contáis con una gran ventaja: el espíritu de compañerismo del Cuerpo», recordó Marín a sus hombres, mientras que Bar les indicaba que después de una año de formación era hora de «patear las calles».

El delgado del gobierno explicó a los nuevos efectivos la especial idiosincrasia de las Pitiüsas mientras alababa su papel como defensores de la libertad y seguridad de los ciudadanos. El teniente Marín finalizó animando a los nuevos efectivos a trabajar con «ilusión, coraje y entrega, estando en todo momento allí donde nos necesite el ciudadano».