«Estuvieron todo el tiempo burlándose de mí y mirándome mal. Fue un buen rato, casi todo el tiempo que coincidimos en el bar. Fue una provocación continua». Estas fueron las últimas palabras que pronunció ayer en su defensa un joven portugués con distintos antecedentes policiales, entre ellos al menos dos por armas, y que ayer tuvo que sentarse en el banquillo por una nueva agresión de la que se le responsabiliza.
El residente portugués supuestamente propinó un puñetazo a otro joven -según la víctima sin que hubiera mediado palabra- después de que ambos hubieran coincidido en bar de Eivissa.
Se da la coincidencia de que el acusado, que por la causa que se juzgó ayer se enfrenta a un año de prisión, fue detenido el pasado día 11 después de que presuntamente atacara a un policía de paisano y franco de servicio en similares circunstancias y de que posteriormente fuera sorprendido con dos cuchillos. Este mismo individuo, a quien se atribuyen problemas psíquicos, fue condenado en su día también a dos años de cárcel tras irrumpir en casa de un vecino y disparar a éste en la cara a bocajarro con una escopeta de balines. Dicho suceso tuvo lugar en diciembre de 2005 y la víctima declaró en su día que desconocía el porqué del ataque que sufrió y aseguró que en un principio pensó que dicha persona sólo pretendía robarle. Mucho antes, la Guardia Civil detuvo a este mismo joven portugués después de que fuera sorprendido con otra persona en un coche de alquiler en donde se requisó una pistola.
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