Al parecer, el hombre se encontraba solo en la piscina y no se encontraron signos de violencia ni en su cuerpo ni en los alrededores, por lo que todo apunta a que la causa más probable del fallecimiento, a la espera de lo que confirme la autopsia, sea una parada cardiorrespiratoria mientras estaba nadando.
El jardinero del complejo fue quien encontró el cuerpo del joven. Avisó a los servicios de emergencia y sus gritos alertaron a los monitores de una escuela de buceo cercana, que fueron los primero en intentar reanimar al joven practicándole el boca a boca.
Hasta el lugar del suceso, que ocurrió en torno a las once de la mañana, se personaron una patrulla de la Policía Local de Sant Josep, agentes de la Guarida Civil y de la Policía Judicial de este cuerpo, que se hicieron cargo de la investigación, y una ambulancia medicalizada del Ib-Salut. Pese a los intentos por reanimar al joven los sanitarios sólo pudieron certificar su muerte.
Al parecer, el joven francés fallecido ayer iba a empezar a trabajar la semana que viene en un bar de la zona. Había llegado hacía poco tiempo a Eivissa para ocupar un puesto como camarero durante la temporada turística y a la espera de comenzar en su nuevo trabajo se relajaba unos días tomando el sol y disfrutando de la piscina, puesto que el local del establecimiento, al parecer, pertenece al complejo residencial.
Previsiblemente, la autopsia del joven se realizará hoy. Por el momento se desconoce si se repatriará el cuerpo del fallecido y cuando se hará.
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