Afortunadamente, el establecimiento se encontraba cerrado al público ya que se trataba del día de descanso del personal, por lo que no hubo que lamentar daños personales. Sin embargo, los materiales sí fueron cuantiosos.
Según explicaron los bomberos, la causa más plausible de la deflagración fue la fuga de una bombona de propano de las dos que encontraron los funcionarios del Parque Insular en el lugar del siniestro. La onda expansiva provocada por esta acumulación de gases dañó los aluminios del establecimiento, la escayola del falso techo y los cristales, llegando a reventar la puerta de la cafetería, hecha con este último material. Sin embargo, a pesar de la espectacularidad del incidente y de los cuantiosos daños en el interior, según informaron los bomberos, la estructura del establecimiento no se vio afectada.
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