La junta local de seguridad de Sant Antoni se reunió ayer en este municipio. Foto: SONIA GAITÁN

Representantes de las asociaciones vecinales y empresariales de Sant Antoni participaron ayer en la junta local de seguridad que se reunió en este municipio para preparar la temporada turística. Sus opiniones sirvieron para perfilar un dispositivo policial que este año se centrará especialmente en luchar contra las organizaciones especializadas en pequeños robos en playas y zonas frecuentadas por turistas, así como en combatir el tráfico de estupefacientes a todos los niveles.

Guardia Civil y Policía Local trabajan ya en esta dirección para «impedir la instalación de determinados colectivos», señaló al respecto el alcalde, José Sala. De este modo, las tareas de prevención -con la recopilación de información y las primeras medidas policiales encaminadas a acotar la acción de estos grupos- están formando del organigrama de trabajo de las fuerzas policiales que controlan Sant Antoni. Al respecto, tanto Sala como el director Insular, José Manuel Bar, quien también asistió a este encuentro en el Ayuntamiento, coincidieron en señalar que las relaciones entre Policía Local y Guardia Civil «viven sus mejores momentos».

La cooperación policial se va a translucir -según estas mismas expectativas- no sólo en actuar contra la detección de estos grupos sino también a la hora de patrullar las calles. Los agentes de ambos cuerpos, como hicieron el verano pasado, también volverán a usar como retén conjunto la sede del antiguo ayuntamiento.

Vecinos y comerciantes, en este sentido, reiteraron a las autoridades su deseo de que este verano haya más presencia policial en las calles no sólo para evitar los robos sino también para presionar a los traficantes de drogas.

«El tráfico es una gran preocupación a todas las escalas porque suele acarrear conjuntamente otros tipos de delincuencia y, por eso, hay que castigarlo», comentó Bar.