Muchas de las denuncias por maltrato no son ratificadas por las víctimas cuando llegan a juicio.

C. CUEVAS
El juzgado de lo Penal número 1 asistió ayer la comparecencia de tres hombres acusados de supuestos delitos de malos tratos en el ámbito familiar. En sólo uno de los casos la víctima no ratificó la denuncia y alegó ante la jueza, Clara Ramírez de Arellano, lo «revolucionada que está por las hormonas debido a su embarazo» para explicar haber puesto la citada denuncia. Asimismo, esta mujer también solicitó la retirada de la orden de alejamiento: «Me gustaría que viniese conmigo a la ecografía que me van a hacer y como está alejado no puede y yo quiero que esté en el parto y durante todo el proceso», agregó la mujer, que, supuestamente, fue zarandeada hasta tirarla de la cama por su novio y «padre de su hijo» en una disputa sobre quién quería más a quién. El ministerio fiscal continuó con la acusación y solicitó para el hombre la pena mínima: cuatro meses y quince días de prisión.

En la segunda vista sobre maltrato, el acusado también lo estaba por un delito de lesiones y otro de amenazas, por el que el ministerio público pedía un total de tres años y tres meses de prisión para el imputado. Al parecer, este acusado hizo a su mujer unos cortes en los brazos y las piernas mientras la sujetaba y, según la versión de la víctima, la preguntaba «¿qué prefieres, que te corte o que te mate?». El hombre tiene un largo historial de alcoholismo. La mujer, muy asustada durante el juicio, sólo pedía que le mantuvieran alejado de ella, por lo que el ministerio fiscal también solicitó una orden de alejamiento para él.

El tercer caso de maltrato visto ayer por el juzgado de lo Penal 1 se trataba de un hombre acusado de este delito por su ex pareja sentimental, quien aseguró que unas horas después de que el acusada cortara la relación se acercó a ella en una discoteca y, siempre según la versión de la víctima, mientras la agarraba le decía: «No te voy a hacer nada pero te quiero y me perteneces, eres mía». La versión de la mujer estuvo respaldada por los testimonio de su tía y su hermana, presentes en el momento del supuesto ataque. El acusado reconoció durante la vista haberse acercado a su ex compañera en la discoteca porque quería informarle de que al día siguiente iba a ir a su casa a recoger las pertenencias que se había dejado allí. El ministerio fiscal solicitó para este último acusado ocho meses de prisión y una orden de alejamiento. La defensa pedía la libre absolución y afirmó que la mujer se aprovechaba de la nueva legislación vigente para dirimir sus conflictos de pareja.