El caso quedó ayer visto para sentencia por el juzgado de lo Penal número 1.

C. CUEVAS
Un hombre se enfrenta a un total de cuatro años de prisión después de que su caso fuera ayer visto para sentencia por la magistrada Clara Ramírez de Arellano, responsable del juzgado de lo Penal número 1. El individuo está acusado de un supuesto delito de abuso sexual a una menor, por el que tanto el ministerio fiscal como la acusación particular solicitan una pena de tres años de prisión y a otro delito de amenazas por el que se enfrenta a un año de cárcel. El ministerio público y la letrada de la acusación también solicitan una indemnización de 18.000 euros y una orden de alejamiento que prohiba al acusado acercarse a la niña y a su madre a menos de 100 metros y comunicarse con ellas. Los hechos que ayer se juzgaban ocurrieron repetidas veces en diciembre de 2004, en una media de tres tocamientos por semana, cuando la madre de la menor supuesta víctima de los abusos vivía con el acusado, puesto que mantenían una relación sentimental que la madre cortó en cuanto se enteró de los supuestos abusos de los que fue víctima su hija. Durante la vista oral prestaron testimonio aparte del acusado, la madre, la niña, quien por razones obvias lo hizo a puerta cerrada, y dos psicólogas. El testimonio de estas dos últimas mujeres, una de ellas la terapeuta que está tratando a la niña, que en el momento de los abusos tenía 9 años. Las psicólogas explicaron que la víctima presenta un síndrome ansioso depresivo y un trastorno de estrés postraumático que le acarrearan secuelas permanentes ya que es crónico. Ambas coincidieron en la veracidad y credibilidad del testimonio de la niña ya que siempre es el mismo. También señalaron el temor a la hora de denunciar los hechos ante su madre de que ésta pudiera sufrir algún daño por parte del acusado.