La policía nacional se hará cargo de la vigilancia nocturna en los juzgados hasta que se subsane el problema.

El vigilante de seguridad intervino ayer por la mañana dos cartuchos detonadores que portaba un hombre cuando se disponía a entrar a los juzgados de Eivissa. Este individuo, que tiene antecedentes penales por delitos de diversa índole, ya había sido invitado por el personal de seguridad a abandonar el edificio después de que en una vista en la que estaba siendo juzgado insultara y amenazara al tribunal.

Sin embargo, éste no fue el único momento peculiar que vivió ayer solo el vigilante de seguridad. Hasta ahora y desde los últimos ocho años siempre habían sido dos los encargados de la seguridad matutina de los juzgados. El encargado tuvo que cerrar por unos instantes la puerta principal del edificio para bajar a la de la planta baja y facilitar el acceso a una persona de movilidad reducida.

A las 00 horas del día de ayer un trabajador de la empresa Esabe cesaba sus actividades y cedía la custodia del edificio a funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, que estuvieron allí hasta la llegada del trabajador de la compañía Prosegur, ahora encargada de las funciones de vigilancia del juzgado en un horario más limitado que su antecesora por orden ministerial.

A las 20 horas de la tarde de ayer el vigilante de seguridad, en este caso perteneciente a la empresa Prosegur, volvía a ceder la custodia y las llaves del edificio a una pareja de jóvenes policías nacionales.

El delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socias, atribuyó ayer el recorte en la presencia de vigilantes de seguridad en algunas sedes judiciales a «un malentendido» sobre los horarios que debía cubrir la empresa adjudicataria de este servicio y anunció que el desajuste se subsanará «antes de quince días». El delegado gubernativo aseguró que la confusión proviene de «las plicas de contratación», por lo que «en los próximos días se hará una ampliación del contrato para que se cubran las horas» no contempladas. Sin embargo, Socias recalcó que «estos días la Policía Nacional se hará cargo» de la vigilancia en los periodos que no cubra la empresa privada hasta que el problema se resuelva, algo que también ocurrirá en Eivissa, puesto que se va a complementar la vigilancia con la presencia de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía atendiendo las peticiones del juez decano. Este 'complemento' estará operativo hasta que el período transitorio de la nueva empresa finalice. «Ha habido algún estamento que en vez de preocuparse por la solución se ha dedicado a hacer política», agregó el delegado.