«Mi actuación fue incorrecta, pero fue por algo que está en la sociedad aunque las leyes están cambiando. Le llamé homosexual, maricón y 'manolo', pero es que me salió del alma. Fue así, aunque sin querer ofender a nadie. Tengo una vida y una novia y en ese momento llevaba tres copas de más».
De esta manera se defendió el joven, que ahora ha sido condenado a la pena mínima por lesiones que el establece el Código Penal (seis meses), después de que fuera jugado por supuestamente dar un puñetazo en la nariz a un transexual en la puerta de una discoteca de Eivissa en la que ambos coincidieron en la Nochebuena de 2005.
El sospechoso reconoció en el juicio, celebrado días atrás en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, los insultos proferidos contra la afectada pero negó haber cometido alguna agresión. «En todo caso, el que recibí una bofetada en Pachá fui yo», afirmó. Al ser inferior la pena a dos años y carecer de antecedentes el acusado, la condena de reclusión en prisión quedará en suspenso.
Los dos implicados en este suceso tuvieron un primer enfrentamiento en los aseos de la citada discoteca después de que, según el relato de la perjudicada, éste intentara manosearle un pecho. Ambos implicados volvieron a verse las caras en la puerta de la discoteca cuando ya eran las ocho de la mañana del día de Navidad, momento en el que el transexual, tras una nueva discusión, recibió un puñetazo en el rostro. Varios testigos pudieron posteriormente aportar la descripción del vehículo, así como su matrícula, en la que se había ido el sospechoso tras dejar malherida a la víctima.
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