Las joyas permanecen en la Comisaría a la espera de que los agentes localicen a sus dueños. Foto: SONIA GAITÁN

C. CUEVAS
Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la unidad de delincuencia urbana detuvieron el jueves por la mañana a R.M.M., de 33 años, K.E.R., de 39 años, y a una menor, todos ellos de nacionalidad polaca, como presuntos responsables de un delito de robo con fuerza.

Se da la circunstancia de que R.M.M. salió de prisión a mediados del mes pasado después de que el juzgado de lo Penal número 1 le condenara a cumplir dos años de prisión por un delito de prostitución, coacciones y una falta de lesiones, que él reconoció haber cometido en el mismo juicio. Al no tener antecedentes penales no tuvo que cumplir la condena y salió de la cárcel.

Las detenciones se practicaron en una pensión del centro de Eivissa donde residía R.M.M., al que las pesquisas policiales señalaban como principal sospechoso, y eran el colofón de las investigaciones iniciadas el pasado 14 de marzo a raíz de un denuncia interpuesta en la Comisaría tras el robo cometido en una despacho de abogadas situado por la zona de la calle Catalunya. Supuestamente, los presuntos ladrones forzaron la puerta de entrada del bufete y se apropiaron de varias joyas de elevado valor sentimental, guardadas en la caja fuerte de la oficina, y de otros efectos.

En el registro domiciliario de la habitación ocupada por los detenidos los agentes recuperaron una serie de joyas que procedían del robo anterior: una cámara de fotos y diversas herramientas destinadas supuestamente a la comisión de hechos delictivos como un soplete, destornilladores, llaves inglesas, ganzúas, cortacables, guantes y una navaja.

Simultáneamente, los efectivos lograron recuperar otra cantidad de joyas que habían sido vendidas a un comprador que desconocía el origen de las mismas. Sin embargo, las investigaciones continúan para determinar la procedencia de otras alhajas intervenidas procedentes, presuntamente, de otros robos. Un portavoz de la policía afirmó que se pueden poner en contacto con el grupo de delincuencia urbana aquellos que hayan sufrido un robo similar.