La juez no sólo ha absuelto a un aparejador al que se responsabilizó de un accidente laboral sino que ha considerado que hizo todo lo que estuvo en su mano para evitar un suceso así.

El siniestro tuvo lugar en las obras del hotel Fenicia, en la urbanización Siesta de Santa Eulària, en la mañana de 26 de noviembre de 2004 cuando un obrero sufrió graves heridas tras caer desde unos cuatro metros de altura. En la sentencia se recoge que se desconoce el motivo por el que el operario se precipitó al vacío y se resuelve que el arquitecto técnico que figuraba como coordinador de seguridad llevó a cabo todo tipo de iniciativas para proteger la integridad de los trabajadores.

Una vez analizado el caso, la titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, señala en su sentencia: «Lo único que cabe preguntarse es que más ha podido hacer el acusado para evitar el lamentable suceso acaecido y las respuesta es nada».

El afectado, que ya ha sido indemnizado extrajudicialmente, sufrió lesiones en un brazo, discales y heridas en la cara, incluida la pérdida de ocho piezas dentales. Todo ello tras caer a un quitamiedos cuando llevaba a cabo tareas para la instalación del sistema eléctrico previsto en el acondicionamiento del inmueble.

La juez también ha valorado durante el proceso que existieron, además, dos posibilidades «huérfanas de prueba» que pudieron incidir en el percance: que se utilizara una escalera de mano y que el perjudicado, en los momentos previos a la caída, se hubiera asomado a los huecos existentes entre los puntales.