El paquete, con una pistola y munición similar a éstas, fue interceptado en Correos de Eivissa.

C.C./J.J.M.
El hombre detenido por el Cuerpo Nacional de Policía en relación con la pistola y munición intervenidas en Correos de Eivissa es un residente francés de 39 años mucho tiempo afincado en Eivissa. El arma, un revólver del calibre 357 Magnum de la marca Smith & Wesson, así como 56 balas de punta hueca que también había en el paquete decomisado, tenían supuestamente como destino final un domicilio de Córcega. En él residía el padre del acusado. Éste, presuntamente, al conocer de su existencia, se la había pedido a su hijo para «proteger» su empresa del eventual asalto de un delincuente.

Según las declaraciones del detenido, que ayer tarde quedó en libertad con cargos después de pasar a disposición judicial, el revólver era propiedad de un antiguo amigo, ex militar de profesión, que se la dejó hace dos años bajo su custodia. El arma quedó abandonada después de dicha persona falleciera y nadie la reclamara.

La policía continuaba ayer con las investigaciones para averiguar si el arma ha sido utilizada en algún delito. Al respecto, el juzgado queda ahora pendiente de los resultados del laboratorio de balística. En todo caso, y a la espera de estos análisis, el juzgado instruirá ahora diligencias contra el acusado, G.P., por la presunta comisión de un delito de tenencia ilícita de armas. Esta clase de revólver se considera un «arma asesina» por su gran potencia. La importancia del decomiso es aún mayor si se tiene en cuenta que iba a acompañada por munición de carga hueca. Estas balas ocasionan importantes daños al impactar en el objetivo.

La munición requisada, dada su especial peligrosidad, está prohibida por el reglamento de armas, según aclaró Comisaría en una nota de prensa.

El paquete sospechoso, de cuya aprehensión informaba ayer Ultima Hora Ibiza y Formentera, fue detectado por un vigilante del equipo de seguridad privada que trabaja en Correos.

Tras ello, se dio aviso a la policía, que inició las primeras indagaciones y requirió los permisos judiciales necesarios para proceder a la apertura del paquete. Según la información recogida por este periódico, el remitente intentó hacer creer a los funcionarios que se trataba de un mero envío de libros para un amigo. Las indagaciones posteriores y la apertura del paquete concretaron la detención de G.D., quien carecía de licencia para poseer el revólver.