Dos hermanos alemanes, una niña de cuatro años y un niño de siete meses, quedaron encerrados en un coche ayer en es Portitxol, en la localidad de Sant Miquel.

Los hechos ocurrieron al mediodía. Los pequeños estaban dentro del coche familiar y los padres estaban sacando unos objetos del vehículo, en un momento en el que ambos progenitores estaban fuera la mayor de los dos hermanos se levantó del asiento y pisó sin querer las llaves del coche. La pequeña accionó así el mecanismo de bloqueo de las puertas del automóvil y los dos hermanos quedaron encerrados.

El matrimonio, de nacionalidad alemana, intentó sin éxito sacar a los niños del interior. El padre llegó incluso a tantear el cristal para romperlo pero según informaron los bomberos a este periódico estaba muy nervioso y le asustaba poder dañar a los críos.

Llamaron entonces al 112, que a su vez avisó a los bomberos y a la policía local. Los pequeños empezaban a sufrir las altas temperaturas del interior del vehículo y los padres se mostraban nerviosos.

Llegaron los servicios de emergencia y después de estudiar la situación, fue un policía local el que consiguió forzar la puerta por arriba con una percha hasta abrirla.

Cuando salieron los pequeños se encontraban en perfecto estado aunque estaban acalorados y asustados.