El equipo médico atiende a uno de los heridos del catamarán.

J.M.A.
Un catamarán de unos 22 metros de eslora, el Magic, que vende viajes chárter para turistas en las aguas de Formentera embarrancó ayer por la noche en ses Illes Negres, dos pequeños promontorios situados al norte de s'illa des Penjats, en es Freus.

En el barco iban unos cien pasajeros a bordo, informó el 112, cinco de los cuales resultaron heridos, uno de ellos de gravedad con una fractura de coxis, informaron los servicios de emergencias. Alguno de los heridos se golpeó contra los cristales del barco. El resto fueron luxaciones y rasguños, al parecer consecuencia del frenazo del embarrancamiento. Ambulancias con personal sanitario del 061 y Cruz Roja esperaron en el puerto la llegada de los pasajeros para atender y trasladar en su caso a los contusionados. Según explicaron ya en puerto varios de los pasajeros, formaban parte de una fiesta privada en la que participaban trabajadores de algunas discotecas de la isla. El aviso de socorro se produjo pasadas las 20'30 horas. Al parecer, no se abrieron vías de agua en los patines del catamarán, por lo que el barco no corrió peligro de hundimiento. No obstante, los submarinistas de la Guardia Civil (GEAS) tienen que inspeccionar el fondo de los patines para comprobar el estado del barco y decidir la manera de sacarlo de Illes Negres.

La lancha «Illes Pitiüses» de Salvamento Marítimo acudió al rescate del pasaje, que fue desembarcando en una lancha neumática desde el catamarán a la embarcación. En un primer viaje trasladó a 67 pasajeros, los cinco heridos entre ellos. El resto fue desembarcado por la lancha «Aphrodita», propiedad de la misma empresa que el barco accidentado, informó Salvamento marítimo. Cuando llegaron a puerto en el «Illes Pitiüses», muchos de los pasajeros llevaban puesto el chaleco salvavidas. Quien lo precisó recibió mantas y agua de la Cruz Roja. Todos eran jóvenes, la mayor parte mujeres, vestidas para la fiesta. Algunos bromeaban ante las cámaras de televisión: «¡Eivissa es la bomba!», y cosas del estilo. «Vaya aventura, fíjate cómo ha acabado la fiesta... Hemos pasado un poco de frío, pero nada más», dijo el único que quiso hablar en serio ante los medios nada más desembarcar.