Una imagen de la página web de la empresa que instruye a la policía de Crevillente.

El ex guardia civil que fue detenido en Eivissa 2001 en el transcurso de una investigación interna del instituto armado que puso fin a las presuntas actividades de extorsión de una empresa de seguridad, ha sido «denunciado» ahora por instruir a un grupo especial de la Policía Local de Crevillente. A ésta se le ha colocado bajo sospecha por presuntamente emplear técnicas «paramilitares».

Varios medios escritos de la provincia de Alicante, como ya informó días atrás este periódico, se hicieron eco de una denuncia de la AUGC que mostraba su sorpresa porque la Policía Local de Crevillente se estuviera instruyendo con una empresa en la que figuraba al frente el ex agente F.J.G.C. COES, de hecho, publicita por internet la posibilidad de adquirir a través de su concurso detectores de radar, anuladores de micrófonos y pinchazos telefónicos y medios más de película como bolsos, gorras y bolígrafos espías dotados de cámaras, entre otros productos de los que se dice proveedor.

Así lo denunció recientemente la propia Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), entidad sobre la que los agentes de Crevillente han planteado la posibilidad de querellarse. Los policías municipales, a su vez, han negado que fueran un cuerpo paramilitar y han contraatacado asegundo que cumplen con toda la normativa vigente en relación a la uniformidad.

Dicha persona está pendiente de al menos un proceso judicial en Eivissa por unos hechos que en febrero de 2001 motivaron el arresto de otro guardia y de dos personas vinculadas a la Armada. Uno de estos últimos, además, figuró como testigo protegido en la investigación del caso Lasa-Zabala. Entre los cargos que se investigan judicialmente figuran los de extorsión, encubrimiento, cohecho y revelación de secretos oficiales. La AUGC aseguraba -siempre según estas mismas informaciones- que el Grupo Especial de Seguridad de la Policía Local de Crevillente, una unidad conocida como el GES, estaba dotada con pistolas láser y gases tóxicos. Es más, se atribuía a los agentes intervenciones con los ojos pintados de verde en el más puro estilo militar de las operaciones especiales.

La «culpa» de todo esto se le echa al Ayuntamiento de Crevillente por contratar los servicios de la firma COES, una empresa de «seguridad avanzada» instalada en Alicante -al parecer vinculada al ex guardia F.J.G.C- que desde hace cuatro años se ofrece no sólo para «formar y asesorar» sino que también se presenta como especialista en misiones de «espionaje y contraespionaje y de antiterrorismo».

El asunto se complica aún más al haberse puesto en la picota a los policías de Crevillente después de que también se les haya acusado de quedarse con el dinero requisado a los detenidosen servicios antidroga, extremo que, de igual modo, ha sido tajantemente negados por los afectados.

El GES, asimismo, en un comunicado salió en defensa del citado instructor de la empresa COES asegurando que éste ha presentado documentación que acredita que carece de antecedentes penales. EL GES es un grupo especial que se creó contra la delincuencia de esta localidad alicantina.