La alcaldesa en funciones de Marbella (centro) explicó ante la prensa la actuación policial.

Los cuatro policías locales de Marbella (Málaga), que el martes quedaron en libertad con cargos por su relación con la muerte de un ciudadano belga al que detuvieron, han sido imputados de homicidio imprudente, según informaron a Efe fuentes judiciales. La víctima, cuyo nombre corresponde a las iniciales L.F.H.D.W., de 44 años, finalmente identificado hoy por el Cuerpo Nacional de Policía, es un belga que vivía solo en una urbanización de chalés ubicada en la zona conocida como «Milla de Oro» y su cadáver no ha sido reclamado. La autopsia practicada al cadáver no reveló una causa concluyente de la muerte del hombre, que sufrió una parada cardiorrespiratoria, ya que las lesiones halladas no eran de entidad como para justificar el fallecimiento, por lo que habrá que esperar a las investigaciones complementarias solicitadas. Testigos de los hechos señalaron que el individuo, de gran corpulencia, volvía de bañarse en una playa, cuando dos policías locales le detuvieron violentamente y golpearon al detenido contra un poste y un coche, sin que él tuviera actitud violenta. También explicaron que a los pocos minutos otra pareja de agentes llegó al lugar, uno le puso la rodilla en el cuello y se lo apretó fuertemente contra el suelo, mientras que la alcaldesa en funciones, Isabel García Marcos, aseguró que era «una persona agresiva y sólo se podía intentar reducirle».