El puerto de Eivissa es uno de los lugares donde se ha incrementado la vigilancia.

Los objetivos del dispositivo que se ha puesto en marcha durante las fiestas navideñas son reforzar la vigilancia en las zonas de máximo riesgo y, a su vez, incrementar la prevención en los lugares donde se espera que exista una mayor afluencia de público. Son las líneas maestras del denominado Plan de Prevención y Protección, un programa que, diseñado a nivel nacional, también está afectando a las Pitiüses, colocando a las islas dentro del nivel de seguridad dos, según informaron fuentes del instituto armado.

La puesta en marcha de este dispositivo ha supuesto que la Guardia Civil esté multiplicando sus controles e identificaciones en toda la isla. La vigilancia, sin embargo, está siendo especialmente significativa en los puertos de Eivissa y Sant Antoni, así como en el aeropuerto. En estos lugares se están realizando continuas verificaciones con unidades especializadas que están supervisando cualquier anomalía que se produzca. Además, los agentes han incrementado el control en las zonas de ocio de toda la isla así como en las carreteras.

El Plan de Prevención y Protección ha venido de la mano de una campaña en las carreteras que ha durado dos semanas y que, según fuentes de las Benemérita, se ha saldado en Eivissa con «muy buenos resultados». Dicha campaña, iniciada el pasado día 9 y concluida el 22, ha conllevado la instalación de controles a horas no habituales, dispositivo en los que se llevaron a cabo numerosas alcoholemias e identificaciones.

Los controles han sido mixtos en tanto en cuanto han sido realizados conjuntamente por agentes de Tráfico y de las unidades a las que compete la seguridad ciudadana. La horas atípicas y los lugares donde se colocaron los puntos de identificación sorprendieron a muchos.